Arte
y monumentos :
patrimonio histórico artístico
Murcia
es una ciudad de gran tradición artesanal y centro universitario a orillas del
Segura. Fue fundada por los musulmanes en el año 825, después de concluir el sistema de regadío de la fértil huerta que la
rodea.
|
Casino |
El centro de la ciudad moderna es La
Glorieta, una plaza del siglo XVIII. La peatonal calle de la Trapería, que une la catedral con el antiguo mercado (hoy plaza de Santo Domingo), es la principal arteria de la ciudad. En ella se levanta el
Casino, fundado en 1847 obra de estilo ecléctico muy representativa de la burguesía local, y al que se accede por un patio de estilo árabe que imita los aposentos reales de la Alhambra y del Alcazar de Sevilla.
El pompeyano, la vasta y romántica sala de baile, neobarroca y con el techo decorado con frescos alegóricos.
Tiene un suelo de lustroso parqué y cinco grandes arañas. El techo del tocador de señoras se adorna con una pintura de la diosa griega Selene.
|
Catedral
de Murcia
La construcción de la
catedral comenzó en 1394 y resume más de 600 años de historia del arte. Se levantó sobre los solares de la mezquita Mayor de la ciudad, solares que san Pedro Nolasco consagró para el culto cristiano en febrero de 1266, al
día siguiente de la toma de la ciudad por Jaime I de Aragón.
Las obras quedaron listas en 1462, año en que consiguieron cerrar las bóvedas tras diversos vaivenes políticos y eclesiásticos. En 1467, en un acto de la mayor solemnidad, la catedral de Murcia queda consagrada al culto.
A principios del siglo XVIII, la catedral necesitaba algunas reformas: la torre solo poseía dos de sus cinco cuerpos, y la fachada principal (la que da a la plaza del Cardenal
Belluga) amenazaba ruina. El arquitecto castellonense Jaime Bort inició nuevas obras en sustitución de la antigua fachada en 1739 con ayuda de la corona y del cardenal
Belluga.
Las obras finalizaron en 1754 y dieron a la fachada principal la composición arquitectónica y escultural que actualmente todo turista puede admirar. Es ese mismo año y tras concluir los trabajos del arquitecto Bort cuando otro arquitecto, Juan de
Gea, comenzó a levantar el resto de la torre hasta conferirle el aspecto que posee hoy en
día.
Museo Salzillo
Este museo, de reciente constitución (1960) se aloja en un edificio de mucha más tradición y
arraigambre: la iglesia de Nuestro Padre Jesús. Dicha iglesia fue erigida en 1696 por la cofradía de Nuestro Padre
Jesús Nazareno, la cual tiene su origen en una hermandad de devotos cristianos que se constituyó en 1600 con el fin de sacar en procesión a un grupo de penitentes.
Dicha
cofradía, además de ser (junto con la de la Preciosísima Sangre) una de las
más legendarias, tiene además el privilegio de sacar cada Viernes Santo por la
mañana en procesión un conjunto de esculturas que encargara en el s. XVIII al
escultor Salzillo
|
 |
Dicho
encargo fue realizado por una importante familia murciana y donada a la
cofradía por la familia Riquelme.
Consta de ocho pasos procesionales,
todos ellos expuestos en una capilla de la iglesia de Jesús, y son:
La Caida (1752), La Oración del Huerto (1754), La Verónica, San Juan y La
Dolorosa (1755 y 1756), El beso de Judas (1763), La Santa Cena (1763) y
el Cristo de la Columna (1778) |
Otras piezas expuestas también en el Museo son algunos bocetos de barro salvados del taller del escultor y El belén, una obra maestra dispuesta en amplio panorama dentro del museo. Es el conjunto más hermoso de todos los llevados a cabo por el escultor y, según reza la tradición, se realizó por iniciativa de San Francisco de
Asís.
Jalonan la ciudad numerosos templos de obligada visita, como la iglesia y colegio jesuitas de S. Esteban del siglo XVI, en la actualidad sedes de exposiciones y del gobierno de la Comunidad Autónoma respectivamente; la conventual de
Sta. Clara, con un notable claustro mudéjar; la de Sta. Catalina del siglo XVI, con tallas de Bussy y
Salzillo; la barroca de S. Nicolás del siglo XVIII, en la que intervinieron Pedro de Mena, Salzillo y
Jaime Bort; la de Juan de Dios, de planta central; la de S. Juan Bautista, reedificada en el siglo XVIII por Ventura Rodríguez; la de la Merced, de fachada churrigueresca, y otras muchas.
|
Palacio
Episcopal |
Palacio Episcopal, erigido en el siglo XVIII por el arquitecto italiano Baltasar Canestro se asoma a la plaza del cardenal
Belluga, al igual que la Catedral.
Otra popular fuente es la de la Glorieta, que preside el Ayuntamiento del siglo XIX, edificio neoclásico con bella escalinata interior.
Es también una buena muestra de arquitectura civil el modernista palacio
Guillamón. |
El Teatro Romea, en la Plaza de Romea, situado frente al monumento a Fernando Caballero, fue edificado a mediados del siglo XIX, habiendo experimentado varios cambios y reconstrucciones desde entonces.
|
|
El palacio Almudí en el Plano de San Francisco, antiguo "pósito
de trigo" que data de principios del siglo XVIII y servía de almacén para el trigo.
Aquí se realizaban las
transacciones comerciales sobre el grano, siendo hoy en día un centro municipal de arte en el que se celebran toda clase de exposiciones. Es también digno de destacar el palacio blasonado de los Almodóvar, etc.
|
La iglesia de Nuestro Padre Jesús en la Plaza de San Agustín, fue construida para la cofradía del mismo nombre a finales del siglo XVII y en la actualidad es sede del Museo
Salzillo, que exhibe obras del insigne escultor.
El Convento de Santa Clara del Real en la Gran Vía de Alfonso X, conocido como el monasterio de "Las Claras", cuyos orígenes se remontan al
medievo , etapa de la que todavía conserva su claustro de estilo gótico-mudéjar.
|
Puente
Viejo sobre el río Segura |
Desde el
Puente Viejo sobre el río Segura, obra del siglo XVIII, se inician los jardines del Malecón, grato paseo en el que a la misma vez pueden admirarse las bellas esculturas del museo Abierto de la espléndida ciudad de Murcia. |
Barrio del Carmen
Cuando el viajero se halla dentro de la ciudad, la única via de acceso al barrio del Carmen es cruzando el Puente Viejo .
Entrando al barrio por ese puente, y a la orilla del rio, se encuentra en la acera de la derecha la hornacina de la Virgen de los Peligros ante la cual existe la costumbre de
santiguarse. Al otro lado del puente se asentaban los antiguos molinos harineros de la ciudad, los conocidos como del Batán y de las Coronas, y que databan del
s. XVIII.
Fue en el
s. XIX, concretamente en 1808, cuando por iniciativa del Conde de Floridablanca (en aquel entonces primer ministro de Carlos III, rey de España) se construyo el actual edificio conocido como el molino de las 24 piedras y que sustituyó a los
antiguos. En su momento fue uno de los mayores adelantos en ingeniería hidráulica que se efectuaron en el
país, basados en conocimientos y técnicas difundidas desde el extranjero por el famoso tratado "La Enciclopedia".El edificio actualmente es el Centro Cultural y Museo Hidráulico de los molinos de la ciudad, restaurado e inaugurado en 1988 y que, fiel a la tradición molinera, tiene la capacidad de poder inundarse en
época de crecidas del río lo cual le da un carácter singular a este "molino-museo".
Se puede encontrar la Iglesia del Carmen, levantada en 1769: cuenta la tradición que la iglesia arciprestal está levantada en le solar de una
antigua mezquita, la de Alhariella y que, tras la reconquista, fue ocupada por la ermita de
S. Benito. La iglesia es, además la sede de una de las cofradís de más solera de la ciudad: data de 1400 y se llama la archicofradía de la Preciosísima Sangre de
Jesús, conocida como la de los Coloraos.
Fuente
de información:
Consejería de
Turismo y Ordenación del Territorio. Región de Murcia.
Ver:
Municipio
de Murcia
Historia
de la ciudad de Murcia
