Reparación inversores tensión energia solar Valencia

Venta online brezo vallas Girona Venta productos peluqueria, belleza y estetica Xpels Venta ropa interior mujer Lintima  Tiendas online Ecommerce ServiWebsi Créditos para su tienda online

 

 

 Principal

  Contacto

 

Inicio 


Territorio 


Municipios 


Historia


Murcianos ilustres


Playas y deporte


Arte


Gastronomía


Fiestas


Cultura


Artesanías


Economía


Población


 

 

 

 

 

 

 

 

Historia 

 

Antiguedad

Media

Moderna

Contemporánea

 

Moderna


El Final de la Reconquista

Durante el reinado de los Reyes Católicos, el Reino de Murcia desempeña un importante papel en las Reyes Católicos guerras de reconquista del reino de Granada.

En 1488 los monarcas estuvieron en Murcia, desde donde don Fernando dirigió las operaciones militares de la frontera granadina, visitando Caravaca, Yecla y otras ciudades, y cuando el reino nazarí cayó en poder de los castellanos, muchos murcianos acudieron a repoblar tierra andaluzas.

Hacia 1500 Murcia era la mayor ciudad del reino con unos 10.000 habitantes, seguida de Lorca, con algo menos de la mitad.

El resto de las poblaciones tenían un poblamiento desigual; según el censo del Libro de Visitas de la orden de Santiago de 1507, Moratalla tenía 300 habitantes, Caravaca 500, Cehegín 420, el Valle de Ricote 269, Cieza 170, Aledo 98, Lietor 180, Letur 82 y Socovos 25.

El fin de la guerra granadina y el final de la reconquista hacen que el reino de Murcia entre en la Edad Moderna iniciando un periodo de prosperidad que enseguida se traduce en un espectacular aumento de la población, tras la llegada de moriscos granadinos, que se dedican a la agricultura. El desarrollo de las ciudades, el comercio interior, el despegue de la industria de la seda, la minería de Cartagena y Mazarrón y los avances en las explotaciones agrícolas con la roturación de nuevas tierras fueron factores determinantes de esta etapa de desarrollo. En esta situación no faltaron algunos momentos de conflicto, como las revueltas de los moriscos, siempre problemáticos, hasta su expulsión en 1609, con la excepción de los del Valle de Ricote que siguieron hasta 1613, o las incursiones de los piratas en la costa.



El Siglo de Oro
 


El denominado Siglo de Oro, que en realidad fue una etapa de decadencia política, brilló por su creatividad artística e intelectual en toda España. Al esplendor cultural contribuyó Murcia con figuras relevantes:
Diego Saavedra y Fajardo, diplomático y polígrafo, Francisco Cascales, humanista y Carlos III lingüista, Andrés de Claramonte, Ginés Pérez de Hita, Gaspar de Ávila, Pedro Castro, Polo de Medina ,  Beltrán Hidalgo y otros muchos humanistas.

La crisis iniciada en el XVI perdura hasta los últimos años del siglo XVII tras el apoyo de Murcia a Felipe de Borbón, que reinará con el nombre de Felipe V, y que premiará su fidelidad, siendo Murcia receptora de importantes ayudas que la harán superar esta crisis. El artífice de esta recuperación es el cardenal Luis Antonio de Belluga y Moncada. Su obra social, cultura y benéfica fue extraordinaria y en cierto modo el principio de un proceso de transformación que afecto a lo largo de la centuria a todos los sectores de la población.

Las causas de este crecimiento de población hay que buscarlas en los extraordinarios cambios económicos y sociales que se experimentan desde 1720 en adelante. El principal motor del cambio económico serán la agricultura y la ganadería. La tierras en cultivo, con la ayuda de una importante infraestructura de obras hidráulicas, inician una clara tendencia hacia la especialización, sobre todo con el cultivo de frutales, legumbres y hortalizas, así como viñedos en algunas zonas del altiplano. También el pimentón comenzó a ser entonces una producción típica del campo murciano así como el cultivo de la morera, que a su vez propició el desarrollo de la industria de la seda y inconsecuencia la aparición de oficios especializados.

A finales de siglo, cuando Carlos III nombra al murciano
Jose Moñino Redondo, conde de Floridablanca primer ministro, Murcia ser notoriamente favorecida por su actuación política, especialmente en materia de obras públicas.
 



El Arte


La Región posee bellos ejemplos de arquitectura religiosa renacentista, destacan la Iglesia y Convento de San Esteban en Murcia, la Colegiata de San Patricio en Lorca, obra del precursor del Renacimiento en Murcia, Jerónimo Quijano; otros ejemplos importantes son las iglesias de la Asunción en Moratalla, la Magdalena en Cehegín, la Soledad y del Salvador en Caravaca, además de la bellas iglesia de Santiago en Jumilla. Mención aparte merecen los ejemplos de decoración mudéjar de las iglesias de la Purísima de Cehegín, San Onofre en Alguazas, San Andrés en Mazarrón o la Ermita de la Santa de Totana.

En la época de esplendor que constituyen los siglos XVII y XVIII, la arquitectura religiosa experimenta un gran auge. Destacan en Murcia la iglesia de San Juan de Dios, la de Santa Eulalia o la de las Verónicas, Santo Domingo, Las Anas y San Nicolás junto con la iglesia de San Miguel. Fuera de la capital debemos mencionar el Monasterio de los Jerónimos en Guadalupe, el Santuario de la Vera Cruz y el monasterio de las carmelitas descalzas en Caravaca, el convento de San Esteban en Cehegín, el Real Monasterio de la Encarnación en Mula y las iglesias de Santo Domingo, el Carmen, Santa María de Gracia y Santiago en Cartagena, además de algunos florecientes monasterios y ermitas rurales como las de Santa Ana del Monte en Jumilla.

También la arquitectura civil alcanza un gran desarrollo, como vemos en Lorca, donde el palacio de los Guevara, la actual Casa Consistorial y las casas de los Mula, los condes de San Julián y los Moreno ofrecen el mejor muestrario de la región. Pero el Siglo de Oro afectó a toda la región: en Murcia, el Puente Viejo, los Palacios de los Fontes y el de las Balsas, el Almudí o el Palacio Episcopal; las reformas urbanas de Cartagena y sus fortificaciones (Arsenal Militar, y los castillos de de Atalayas, Galeras, San Julián y los Moros o el Fuerte de Navidad), el Ayuntamiento de Caravaca, el castillo de San Juan en Águilas o el antiguo Ayuntamiento y el Palacio de los Fajardo en Cehegín.

Además en esta época se completan las obras de la
Catedral de Murcia y se elabora su impresionante fachada barroca. Asimismo en escultura, la figura de Francisco Salzillo y Alcaraz alcanzó las más altas cotas del barroco nacional, interpretando sobre todo, la religiosidad popular.



Siguiente




Fuente: Eiroa, Jorge Juan. "Historia y Cultura" en "Región de Murcia", Instituto de Fomento. Región de Murcia, 1999.-

 

 

 

    

Inicio  Territorio  Municipios  Historia Murcianos ilustres Playas y deporte Arte Gastronomía Fiestas Cultura Artesanías Economía Población Contacto

serviweb servicios informáticos

 

Página web y posicionamiento SEO | Otros trabajos